
Cuando una fuerza actúa sobre un objeto, este se pone en movimiento, acelera, desacelera, o varía su trayectoria. Cuanto mayor sea la fuerza, tanto mayor será la variación de este movimiento.
El salto de una rana sobre una hoja de nenúfar ilustra las leyes del movimiento. La primera ley establece que, si ninguna fuerza empuja o tira de un objeto, este se mantiene en reposo o se mueve en línea recta con velocidad constante. Por tanto, la rana se mantendrá en reposo sobre el nenúfar mientras no actúe sobre ella una fuerza no compensada.
Cuando una fuerza actúa sobre un objeto éste se pone en movimiento, acelera, desacelera o varía su trayectoria. Cuanto mayor es la fuerza, tanto mayor es la variación del movimiento. Los músculos de la rana ejercen una fuerza que la impulsa hacia arriba, con lo cual queda explicada la segunda ley de Newton.
A la fuerza que eleva a la rana en el aire, la acompaña una reacción igual y opuesta que empuja hacia atrás a la hoja de nenúfar, es decir, al empujar un objeto o al tirar de él, éste empuja o tira con igual fuerza en dirección contraria. En palabras de Newton: “Para cada acción existe una reacción, igual y opuesta” (tercera ley)
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